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Oscar & Liliana

Sólo sé que fue en marzo...

Sólo sé que fue en marzo... Esta crónica es dedicada para aquel ángel que Dios me envió y que hoy me cuida entre su fino plumaje y del cual no quiero escapar...

Ojos café, tez blanca y un gran corazón tenue pero a la vez invulnerable, son detalles que describen a la persona de gran ímpetu y coraje por realizar sus anhelos, aquella que me pertenece desde hace muy poco.

Llegué como el quijote, lagarero y peregrino sin la idea que podía existir un enorme tesoro dentro de un corazón y muy cerca a mi estancia. Yo veía la vida pasajera, imprudente e insignificativa. Hasta que una noche, el cielo me mostró en la luna, el explendor de sus ojos.

Sin decir mucho llegué muy lejos. Caminante a la deriva, cazador sin prensa ni meta. Un humilde lugar ahora me da la bienvenida mientras recuerdo que existe un Dios.

¿Cómo poder expresar tantas cosas? En lo único que estoy convencido es que, ni el más sapiente podría decifrar lo que ella significa en mi vida. Todo se vuelve rojo cuando la tengo entre mis brazos y las aves del cielo celebran al mismo momento que el cielo nos brinda su explendida luz.

El día que ella me dio a guardarle un abrazo hace 6 años, para mi el cielo lloró, y me despedí sin la esperanza de volverla a ver y, aún menos, de robarle un beso.

Hoy; me basta verla sonreir para alimentarme de sus ansias, para sentirme gozoso y para limpiar mi alma.

Cada vez que entro en su morada, se implanta una brisa acogedora que emana del entorno de su familia, discrepantes no lo son, quizás exista incomprensión, yo los veo apacibles y capaces de lograr si hay ambición.

Pero hoy la historia es distinta, he aprendido una nueva fora de amar: "A AMAR COMO YO LO HAGO" y eso lógicamente llena mi ser.

Se hablarán muchas cosas a futuro, pero yo vivo el presente, porque nadie es dueño del mañana y sacrifico el día por dejarte en el tiempo, mi estigma de lo mucho que te amo.

Los malos entendidos, los malos ratos, las discordias y todo lo que intente burlarse de nuestro sentimiento, tendrá que esforzarse mucho por lograrlo y más aún vulnerarlo, porque si no lo recordaras, alguien más ahora nos acompaña y él nos proteje desde lejos, permitiéndonos compartir lo que será inborrable en la eternidad.

Hoy veo alejada las "disyuntivas" pues estoy seguro que mi corazón fue bien dado en este pasajero tiempo. Sabía que cada una de sus lágrimas caían directamente a mi corazón, encerrandome en rencor por aquel que había maltratado tan hermoza flor.

Bastó sentir sus labios para inmolar todo lo que existía a mi alrededor. Sacrilegio al intentar poseerla o quizás confiscación en el sólo hecho de decirle "te quiero"...Un mar y un parque nos acompañaron en su día, y en cada noche el clímax nos visitaba, sin miedo, ni temor a nada, estamos juntos tú y yo aquí con los corazones a punto de explotar de tanto cariño.

Eres como la brisa cuando acaricias y como la miel cuando me besas. Mi vida yo me la guardo, porque sólo vivo abordo del presente, pero no, no hay problema! Recuerdo que eres mi todo, eres aquella persona con quien te engaño, a quien amo, en quien confío, en quien sueño y por quien lucho, todo eso eres tú porque me gusta como eres y no necesito nada más porque te tengo a ti.

Me has hecho sonreir y llorar de alegría, estas aquí clavada en mis pensamientos, apoderada de mi ser, viviendo en mis cosas. Sé que cuando dices que soy diferente es porque vives cosas nuevas...nadie es perfecto, yo solo trato de ser mejor.

He aprendido a compartir hasta volver a sonreir, tú me das todo sin pedirtelo y esas expresiones son las que me aferran a poder ser esa persona indicada en quien siempre soñaste.

Día uno, día dos, día tres...día 133. Abrí mis ojos y aún te encontré. Esbozó una sonrisa para mostrar mi afecto. Una noche fría y dos cuerpos hirviendo, voy caminando hacia ti aunque te encuentres lejos y veo que es verdad que el amor existe. Hay muchas formas de mostrarse quizás Aristóteles tenía razón al decir "La virtud resplendece en las desgracias".

Y para los ilusos e imprudentes, un proverbio chino lo dice todo: "El clavo que sobresale siempre recibe un martillazo". Te doy gracias por lo que haces y le doy gracias a Dios por darme la oportunidad de entregarte todo lo que tengo, ahora sé que jamás prodría olvidarte, y que te amo con toda mi alma...

Oscar Rivera.
Callao, 11 de agosto 2004.

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